Ningún alcabalero quitara los nombres escritos por acciones inoportunas del cuadernillo que llevaba el señor Jack, confundido en el deseo de afrontar la vida encontró que camuflarse y huir era lo mejor que podía hacer en ese entonces. La renta lo seguía por todas partes, en ningún sitio lo aceptarían, nadie querría a un deudor. Basto con que dejara de correr en su soledad para que la policía lo detuviera. Aun así se resistió, tenia una familia que alimentar aunque no tuviese ni un centavo. Creo que mis excesos terminaron por desgastarme, ya nada es como antes. Mientras miraba al cielo interrogando su pasado sobre qué hizo mal.
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