En una época contemporánea en la que el tiempo fluye si que nadie se atreva a interponerse en su camino, se intenta dilucidar el rol atribuido al acontecer y transcurrir de cada instante. No basta con mencionar el carácter imprevisto y sin limites que posee el tiempo, ya que su universalidad es un tanto inexacta, manteniendo al sujeto como mediador de su interpretación. Si todo lo que podemos ver viaja por un medio o sin este a la velocidad de la luz y es perceptible por el ojo humano al estar contenido en el espectro visible. Lo que vemos en realidad es el pasado, un pasado constante para el devenir de todo acontecimiento. Nuestra manera de pensar, en relación a la sinapsis química que por el uso de los denominados impulsos eléctricos determina nuestras acciones y modo de reaccionar ante una situación que también forma parte del denominado pasado. Toda acción humana podría estar determinada si fuese posible. La interpretación del tiempo es un tema muy amplio que debería ser tratado con mucha delicadeza, pues Einstein sienta diversas bases a considerar en la relatividad general. ¿Si nuestra imagen viaja a la velocidad de la luz, no debería esta permanecer infinitamente viva? , al parecer Heráclito de Éfeso quien afirma la importancia del devenir en el ser fue el fundador crítico de dicha controversia.
Como en una rueda, el tiempo gire y gira eternamente, podemos recordar sucesos del pasado, lamentarnos por lo que no concretamos o simplemente dejamos a un lado. Del futuro no existe imagen lucida alguna porque su imagen todavía no es y por lo tanto todavía no a sido interpretada por el ser humano, empero esto nos deja la problemática que mejor supo ilustrar el calvinismo durante el siglo XVI. La predestinación en el ámbito religioso se traslada al contexto terrenal. ¿Será que estamos condenados o seremos libres de nuestro propio pensamiento?. Sin ir muy lejos la reflexión concluye tentando a la propia suerte, determinación o acto voluntario del lector.
Como en una rueda, el tiempo gire y gira eternamente, podemos recordar sucesos del pasado, lamentarnos por lo que no concretamos o simplemente dejamos a un lado. Del futuro no existe imagen lucida alguna porque su imagen todavía no es y por lo tanto todavía no a sido interpretada por el ser humano, empero esto nos deja la problemática que mejor supo ilustrar el calvinismo durante el siglo XVI. La predestinación en el ámbito religioso se traslada al contexto terrenal. ¿Será que estamos condenados o seremos libres de nuestro propio pensamiento?. Sin ir muy lejos la reflexión concluye tentando a la propia suerte, determinación o acto voluntario del lector.
Para mí somos Libres, no existe un dios o dioses que puedan mandar Plenipotencialmente sobre nosotros, ellos dependen de la gente para existir, si tú no crees en ese algo superior, le restas fuerzas, si crees en él le fortaleces.
ResponderEliminarpero al final, tu tienes la ultima palabra.