Amanecer hoy

Disfruta la luz del sol en tu piel sensible porque hoy mismo puedes dejar atrás tus recuerdos, deseos y anhelos en una fría sepultura hermoseada con una simple lapida anónima. Atina a caminar descalzo por los pastos del jardín de tu vecino antes del sombrío anochecer y del impensable amanecer, hazlo antes que nunca o nunca tendrás la dicha de los otros dementes del ayer.

10 de septiembre de 2013

Génesis XXIII: "Maik y Lanber"

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-¿Cómo te llamas anciano? Preguntó Lucifer.

-Mi nombre es Albert.

-Tienes unos brazos muy fuertes, tu golpe me dolió bastante.

-Lo siento mucho. No tenia conocimiento de que eran soldados reales dijo el anciano mientras sonreía. 

-Ahora dígame señor Albert. ¿Por qué motivo nos ha atacado de esa manera?

La expresión en el rostro de Albert cambio, agacho la mirada y contó lo sucedido en su población. 

Fue hace dos días atrás, nos encontrábamos junto a los otros campesinos del área recolectando las cosechas cuando aparecieron dos sujetos que comenzaron a atacarnos con grandes bolas de fuego. Ante eso, nosotros no tuvimos otra opción más que huir y ver como la producción se quemaba ante nuestros ojos. Al siguiente día un grupo de civiles se organizó para contrarrestar un posible ataque por parte de los rebeldes pero todo fue un caos, los rebeldes regresaron y atacaron nuestras casas. Uno de mis hijos se quedo defendiendo la aldea la aldea mientras el resto huía. Los aldeanos nos refugiamos en un campamento que improvisamos. Como son pocas las personas que pasan por estos lugares y la comunicación con el reino es escasa no hemos recibido ayuda aún. 

Entre lágrimas el viejo campesino le imploró a los guerreros que encontrasen a su hijo. Traigan la paz a este pueblo olvidado por el imperio. 

-Maldita guerra. Maldito este lugar. Malditos rebeldes. ¡Los destruiré a todos! -gritó lucifer.

-¿Dónde fue que atacaron a su pueblo? Necesito recabar el máximo de información posible para planificar que pasos debemos seguir junto a mi aprendiz.


Lucifer y su maestro se dirigían por el sendero que les había indicado el viejo Albert. Ambos se preguntaban cuál era el objetivo de los rebeldes y qué conseguían atacando a una población de agricultores tan pequeña, fue así como tras inspeccionar cada rincón de lo que quedaba de aldea Drake decidió sentarse a esperar la llegada de los demonios que habían aniquilado a los pobladores. Esa era la orden, sentarse y esperar. Él tenía un presentimiento que le decía que ellos volverían a este lugar. Y fue tan cierto ese presentimiento que al caer la noche vio como por el horizonte llegaban dos tipos fuertemente armados.

-Escóndete por ahí y cuando de la señal entras en acción. Solo sigue mis instrucciones y nada malo sucederá.

Drake permaneció sentado en el piso, esperando la llegada de los demonios.

- ¡Hey! que tenemos aquí. ¿Un soldado real por estos lugares? Me impresiona que un soldado de tu clase haya acudido a un lugar como este ¿no crees Lanber?.

- No me causa gracia alguna Maik ya que ahora tendremos que librarnos de una sabandija del  reino.

Ambos guerreros parecían ser fuertes. Lanber poseía una gran armadura azul y al desenvainar su espada utilizo el elemento hielo para amplificar sus poderes, era de estatura mediana y tenia una voz muy ronca. En cambio, su aliado Maik parecía más joven, por ahora solo había cubierto sus manos con fuego y se dirigía rápidamente hacia Drake quien aun permanecía sentado en el piso.


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