Amanecer hoy

Disfruta la luz del sol en tu piel sensible porque hoy mismo puedes dejar atrás tus recuerdos, deseos y anhelos en una fría sepultura hermoseada con una simple lapida anónima. Atina a caminar descalzo por los pastos del jardín de tu vecino antes del sombrío anochecer y del impensable amanecer, hazlo antes que nunca o nunca tendrás la dicha de los otros dementes del ayer.

10 de marzo de 2016

Génesis XL: "Aliados inesperados"

Aquel día Nan y sus discípulos se internaron en el bosque Friturto que está ubicado en territorio rebelde, con la esperanza de llegar a Lenalia. Todos seguían los pasos de las bestias de Nan quienes lideraban la expedición. Ellos eran los únicos con la capacidad de detectar a un enemigo a distancia, lo que los hacia ser los más aptos para este tipo de incursiones.

Caminaban por el bosque alejados del sendero principal, para no ser descubiertos por soldados rebeldes que pudiesen advertir su presencia. De vez en cuando tropas, aldeanos y todo tipo de comerciantes pasaban por el sendero. Kaiser y Keiser daban una señal de alerta cada vez que alguien pasaba por las cercanías del lugar, el escuadrón tomaba todas las precauciones posibles para pasar desapercibidos.

A las cercanías de Lenalia los perros de Nan comenzaron a inquietarse pues la situación no era normal, dos desconocidos se acercaban hacia los guerreros. Todos permanecían en estado de alerta  esperando a que los desconocidos llegasen al punto de encuentro, mientras pensaban que la misión corría peligro.

Era muy extraño que dos sujetos rondasen por en medio del bosque considerando que hay una gran red de senderos que conducen a los viajeros hacia sus destinos.

Entre los árboles se podía ver a dos guerreros rebeldes que caminaban apresurados. Nan se interpuso en el camino de los rebeldes que iban algo distraídos y les dijo.

- Se entregan pacíficamente o a la fuerza.

La reacción de estos fue insólita. Se quitaron los cascos, arrojaron sus armas y se arrodillaron ante el maestro.

"Pueden salir muchachos" - dijo Nan

Lucifer, Janna, Sombra y las bestias salieron de su escondite y se integraron al grupo.

"¿Por qué no los mata?" - preguntó Lucifer

- Obsérvalos, están desarmados. Ellos no buscan pelea. Cuéntenme ¿qué hacen por estos lugares? Quiero que me den un motivo para no matarlos.

- Yo me llamo Karina.

- Y yo soy Omar.

- Somos guerreros de la realeza, no nos consideramos guerreros rebeldes. Intentamos escapar de este pueblo y del campamento, vamos camino a la frontera para huir de estas tierras y servirle a reino.

- Es verdad. Deben creernos.

- Somos hermanos y nuestra familia está en el reino, estábamos esperando la oportunidad para huir de este lugar.

Omar era un tipo de piel blanca, tenía un cabello largo, rubio y liso, al igual que su hermana. Llevaban la típica vestimenta de los soldados rebeldes, junto con la insignia que los distinguía del resto de los soldados.

Ambos eran reclutas de nivel medio al mando de la capitana Danna.

Los guerreros se alejaron y organizaron una pequeña reunión.

- Maestro ¿podemos confiar en ellos? - pregunto Asper

- Al revisar sus pertenencias se aprecia que van cargados con la comida y los utensilios necesaria para un viaje largo, no creo que estén mintiendo, sin embargo no podemos confiar en ellos. Tendrán que venir con nosotros ya que si los dejamos libres y es mentira lo que están diciendo, podrían delatar nuestra posición. Además pueden entregar información de utilidad para esta misión.

Ya estaba decidido.

- ¿Ustedes quieren servirle al rey no es cierto?

- Sí y entregaríamos nuestra vida para proteger al reino.

- Nosotros somos guerreros reales. Si nos ayudan en esta misión tendrán un cupo seguro en el equipo y podrán luchar junto a nosotros contra los rebeldes.

- Nos complacería mucho ayudarlos en su misión.

Pues que estamos esperando. Les presento al equipo, ellos son Kaiser y Keizer, a mi derecha están Lucifer y Asper, a mi izquierda esta Janna. Nos dirigimos a Lenalia, quizás podrían darnos una idea de lo que sucede en estos lugares.

- Nosotros venimos del campamento que está pasando la aldea. Ahí es donde se encuentran los comandantes y capitanes asignados a esta zona. La aldea Calila está bajo el control del campamento, pero sus habitantes son neutrales, no hay quienes apoyen a los rebeldes no tampoco quienes apoyen al reino. Ellos solo desean vivir en paz y no involucrarse en esta guerra.

- Si vamos en ahora mismo a la aldea nos encontraremos con soldados rebeldes repartidos por todos sus rincones y con uno de los capitanes. Siempre hay un capitán de turno en la aldea.

- Si lo que desean es deshacerse de los rebeldes hay que liberar la aldea y luego atacar el campamento. Posteriormente podrán continuar hasta Lenalia, el campamento rebelde.

"No hay otra forma"

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