Hanso regreso tan rápido como pudo, mientras que de Lucifer nada se sabía por lo que la preocupación invadía al encargado de la misión, Asper, quien estaba en aprietos. Entre tanto clon, la Sombra también atacaba al demonio, sin embargo, tras un giro inesperado, el capital logro darle un golpe certero al verdadero Asper. ¿Pero cómo?
- Ya veo. ¡Hanso! -Grito Asper-. Ten cuidado, es su espada de huesos. No es una espada ordinaria. Absorbe la energía de su entorno. Es por eso que logro descubrirme entre los clones.
- Esta bien. Yo me encargare de su espada.
- Cada vez que mis clones se acercaban al demonio podía sentir como se distorsionaban al tratar de ser absorbidos por la espada. Ellos no son más que energía, por lo tanto, cada vez que su espada rozaba a uno de mis clones, estos eran atraídos. Debió haberme descubierto ya que su espada no tiene efectos directos sobre mí.
Tras descubrir el secreto del capitán rebelde, los guerreros presentes continuaron con incesantes ataques para destruir la espada maldita que poco a poco devoraba sus energías. Fue entonces cuando Asper intentado abatir a Alsabel se dio cuenta que ya casi no podía mover sus pies y estaba tan solo a unos cuantos metros del impacto que no seria capaz de esquivar.
Pero algo sucedió. Asper vio como las llamas de Lucifer consumían al capitán Alsabel, estas lo cubrieron por completo en medio de una danza infernal. De este modo Asper dio la señal a Hanso quien utilizando el resto de sus energías voló como un rayo hacia su adversario y concentrando todo su poder en su puño pulverizó la espada maldita. No obstante, el demonio aun seguía con vida e iba a lazar su contraataque. Una vez que el capitán recuperó la vista, divisó a Hanso en el piso y caminó hacia él para acabarlo.
Asper utilizó su sombra para intentar frenarlo, pero ya no le quedaban más fuerzas y aunque las circunstancias fueron siempre favorables para el rebelde, este cayó al piso con una herida mortal propinada por Lucifer quien penetró su torso con una mano.
Lucifer se veía distinto, sus ojos tenían un color rojo y desprendía una cantidad impresionante de energía. De dónde había conseguido tanto poder.
Sea como sea, estaban a salvo y el capitán Alsabel ya había muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario