Tras el interrogatorio Nan obtuvo el dato que lo conduciría al nido de las ratas. La chica termino por contar todo lo que sabia, además de revelar su identidad, su nombre era Verónica. Al terminar de confesar el maestro la asesinó y se la dio de comer a su perro. El demonio jamás dejaba vivir a sus victimas, todos los desafortunados que habían pasado por las garras de Nan terminaban siendo alimento para sus perros. Esa era primera regla del desgraciado: Asegurarse de acabar con la vida de los torturados.
El destino de los guerreros era el pueblo de Serberia. Según la espía en ese lugar encontrarían a los rebeldes a quienes les vendía la información.
Ya era de noche en Grantaria y los guerreros estaban cansados así que durmieron en las habitaciones del cuartel general para reponer energías, mañana retomarían su viaje hacia las tierras de Serberia.
Antes de partir Nan fue a su restaurante favorito, hablo con los jefes del local y luego se dirigió hacia la camarera Romina a quien le pidió hablar a solas para comunicarle la triste noticia.
- Romina lamento ser yo quien te de estas noticias.
Nan no era capaz de hablar.
- ¿Qué ha ocurrido maestro? Me estas asustando.
- Tu hermana Verónica. Ha muerto.
Romina comenzó a llorar desconsoladamente. "¿Qué ocurrió? ¿Cómo fue? ¿La han asesinado? ¿Tiene algo que ver con el escándalo de ayer?".
- Eso es lo que averiguaremos. Tengo una pista que me llevara a descubrir a los responsables. Lamento mucho la perdida de tu hermana, juro que vengare su muerte, por ti y por el reino.
Nan beso la frente de Romina y partió junto a sus guerreros en busca de respuestas.
- Serberia es un poblado próximo a la frontera entre el reino y las tierras tomadas por los rebeldes. No me sorprende que ese lugar sea utilizado como canal de información entre los rebeldes y sus espías.
- El pueblo está a un par de días, sugiero que caminemos por una ruta segura y acampemos en un lugar aislado. Ese lugar debe estar controlado por los rebeldes, así que supongo que los caminos y accesos también están custodiados por ellos.
- Claro. Si son astutos habrán tomado todas las precauciones posibles para no ser descubiertos -dijo Asper.
Nan se notaba tranquilo. Miraba a sus camaradas y sonreía. Después de tal mentira, seguía como si nada hubiese ocurrido. Su corazón era como el hierro y había aprendido a soportar los horrores del inframundo o quizás era el único demonio poseedor de un corazón noble que le permitía seguir adelante. Si sufría o no es todo un misterio.
- El pueblo está a un par de días, sugiero que caminemos por una ruta segura y acampemos en un lugar aislado. Ese lugar debe estar controlado por los rebeldes, así que supongo que los caminos y accesos también están custodiados por ellos.
- Claro. Si son astutos habrán tomado todas las precauciones posibles para no ser descubiertos -dijo Asper.
Nan se notaba tranquilo. Miraba a sus camaradas y sonreía. Después de tal mentira, seguía como si nada hubiese ocurrido. Su corazón era como el hierro y había aprendido a soportar los horrores del inframundo o quizás era el único demonio poseedor de un corazón noble que le permitía seguir adelante. Si sufría o no es todo un misterio.
Los guerreros se acercaban cada vez más a su destino, luego de un largo viaje vieron a lo lejos el pueblo de Serberia, todos pensaban en lo complicado de la misión, puesto que no seria fácil entrar a un pueblo desconocido en el cual viviría el principal informante de los rebeldes.
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