Amanecer hoy

Disfruta la luz del sol en tu piel sensible porque hoy mismo puedes dejar atrás tus recuerdos, deseos y anhelos en una fría sepultura hermoseada con una simple lapida anónima. Atina a caminar descalzo por los pastos del jardín de tu vecino antes del sombrío anochecer y del impensable amanecer, hazlo antes que nunca o nunca tendrás la dicha de los otros dementes del ayer.

20 de diciembre de 2015

Génesis XXXVI: "La pequeña Keyla"

Chicos desconocemos la situación actual de Serberia por lo que quiero que sigan al pie de la letra mis órdenes. Consideren que todos los pobladores pueden ser espías por lo que no debemos confiar en nadie. Es una posibilidad. Lo que significa que tienen el control total de lo que sucede. Otra posibilidad es que los traidores caminen libremente por el pueblo y que nadie sospeche de ellos. Es por eso que debemos tener mucho cuidado.

- Nos infiltraremos con la escusa de un posible ataque de los rebeldes. Eso nos ayudara a ganar tiempo para poder investigar y reunir antecedentes. ¿Queda claro?

- Sí señor.

Los guerreros ingresaron al pueblo sin problemas ya que llevaban las insignias de la guardia real. Los demonios que se encontraban en las calles se sorprendieron por la visita de los soldados de la realeza. Serberia era un pueblo que se ubicaba muy cerca de la frontera del reino, sin embargo la presencia militar era casi nula. Todos observaban a los guerreros pasar, nadie decía nada.

Lucifer se acerco hacia un joven que observaba la llegada de los guerreros.

- Hola muchacho. Estamos buscando al encargado del pueblo. ¿Nos podrías dar las indicaciones para encontrarlo?

- No es común ver a soldados reales por estos lugares, me siento honrado de conocer a uno. Con gusto les indicare el camino.

 Fue así como los guerreros se dirigieron a hablar con el representante del pueblo llamado Bilche. 

La localidad de Serberia no es muy grande, vivían en total unas seiscientas personas. Los alrededores del pueblo están cubiertos por un pasto muy denso y verde. Las casas son todas de madera, muchas de ellas echan humo por sus chimeneas.

La caminata hasta la casa del jefe de la localidad les sirvió a los soldados para recuperar los ánimos.    
- Pero que tenemos por aquí. Bienvenidos hermanos de la guardia real. Mi nombre es Bilche.


Bilche era un hombre muy poderoso que había sido designado por los pobladores como su líder porque era uno de los pocos demonios que tenia la capacidad de luchar  y de repeler posibles ataques de invasores. De estatura media, llevaba siempre una capa gruesa y un traje muy fino. Su rostro tenia cicatrices de batallas del pasado por lo que escondía constantemente su rostro. Su cabello era azulado, y también tenía unas grandes manos.

No es fácil llegar hasta Serberia. Deben venir hambrientos. ¡Ya sé! ¿Qué tal si pasan a mi casa a almorzar?

Al llegar a la casa de Bilche fueron recibidos por un guerrero llamado Daimun, quien era la mano derecha de Bilche. Ambos se saludaron e hicieron pasar a sus invitados. Daimun era un feroz guerrero, físicamente se parecía mucho a Bilche solo que no tenia cicatrices en su rostro y su pelo era un tono más oscuro.

Mientras almorzaban Bilche dio a conocer sus inquietudes a Nan ya que en un par de ocasiones había tenido que lidiar con rebeldes para poder proteger el pueblo. Nan estaba consiente de la fragilidad y de las debilidades que tienen los pueblos fronterizos, sin embargo la decisión de enviar soldados a las fronteras las tomaba Kain. El demonio no tenía la autoridad para ordenar a soldados de otros lugares del reino a quedarse en el cuartel de Serberia. Además la prioridad son las ciudades en donde la población es mayor.

Posterior a dicha conversación Bilche llevo al cuartel militar de la zona a los guerreros. La puerta del cuartel estaba con llave, cosa que no pasaba en otros lugares. Esto hacia notar la ausencia de soldados en Serberia.

- Bueno, los dejo con Daimun, mi mano derecha, el abrirá el cuartel general y se quedará con ustedes mientras lo necesiten, yo  tengo asuntos que atender por lo que tengo que irme. Tienen el cuartel militar a su disposición, incluyendo las habitaciones. Si necesitan algo pueden buscarme o dejar un recado con Daimun.

El demonio les mostró el mapa del pueblo a los guerreros, les indico los lugares en donde sospechaba podrían estar escondidos los espías.

- Llevo tiempo investigando a la gente que vive en este pueblo, lo rumores que hay sobre nuestro pueblo ensucian nuestra imagen y es mi deber detener a los espías.

"¿Y has conseguido atrapar a uno?" - pregunto Nan

- No, jamas. De vez en cuando llegan desconocidos a Serberia pero terminan siendo solo viajeros que están de paso hacia otros pueblos o mercantes que llegan a ofrecer sus productos.

- ¿Algo más que deberíamos saber?

- Últimamente Bilche ha andado de muy mal humor. Cuando le mencione los rumores sobre los espías se enojó mucho, lo que trajo como consecuencia un discusión entre nosotros. El confía mucho en los habitantes de este pequeño pueblo pero estoy convencido de que los rumores son ciertos.

- Bueno. Nosotros nos encargaremos de todo. Tú quédate en el cuartel e infórmanos sobre cualquier movimiento sospechoso.

- Lo haré.

Los guerreros ordenaron sus pertenencias y salieron a dar vueltas para reconocer la zona. 

- Maestro Nan ¿puedo ir con Lucifer? - pregunto Janna

- No hay problemas, yo iré solo.

Nan recorrió las calles del pueblo en busca de cualquier viajero que pudiese traer o llevar mensajes. Pero al parecer todo estaba en orden. Algo extraño sucedía con ese pueblo.

Janna contemplo el paisaje y a su compañero por lo que no logró concentrarse en la misión. Los ojos de Lucifer eran una distracción y la volvían loca. 

Lucifer en cambio, se preocupó de conocer el pueblo y a sus habitantes.

Al cabo de unas horas una pequeña que pasaba por ahí quedo maravillada al ver a Janna y se acercó algo tímida. 

La pequeña se sonrojo al hablarle a Janna. 

"Hola" dijo con voz baja.

- Hola pequeña. ¿Cómo te llamas?

- Mi nombre es Keyla.

- Que lindo nombre tienes. ¿Dónde vives?

- Vivo en la casa de la esquina. ¿Es tu novio ese muchacho?" - dijo y apunto a Lucifer con el dedo índice.

Janna rió solo de vergüenza y respondió que no. "Solo es un amigo mío"

- La casa de la esquina. Es la casa del representante.

- Sí, es mi tío. El me cuida.

"¡Keyla!" Se escuchó a lo lejos.

Era Bilche quien la andaba buscando. "Espero no les haya causado problemas"

- No te preocupes Bilche, solo conversábamos un poco.

- Keyla. Ellos son soldados reales, están ocupados y tienen asuntos muy importantes. Vamos a casa y deja que hagan su trabajo.

Bilche tomo a la pequeña en brazos y se la llevo a casa. La niña se veía muy feliz junto a su tío. Y mientras Bilche la trasladaba a casa la niña gritó "Espero verte pronto mamá".

Janna se sorprendió un poco y comprendió la situación de la pequeña. Observo a Keyla hasta que entró a casa y comenzó a llorar.

"Qué te sucede Janna" - Pregunto Lucifer

- La pequeña debe haber perdido a sus padres en la guerra. Creo que se acercó a saludarme porque debo parecerme a su madre. Es algo muy común en este mundo. Ver niños huérfanos producto de la guerra.

-Tranquila. No llores Janna. Debemos luchar para acabar con esta guerra. Ese es nuestro objetivo.

Todo iba muy bien para los soldados hasta que a lo lejos se escucha una fuerte explosión.

Bilche salió de su casa muy alterado. De pronto todos los pobladores estaban en las calles y se dirigían a pedir ayuda a su representante.

"¿Qué está pasando?" - Preguntó Bilche.

- Bilche quiero que te quedes acá junto a los pobladores. Nosotros nos encargaremos - dijo Lucifer

- ¡Ya oyeron al demonio, todos a sus casas! yo me quedare en las calles y de ser necesario comenzaremos con el plan de evacuación.

A lo lejos se veía el humo de la explosión. De pronto apareció Nan junto a sus Bestias.

- Bilche dejare a mis mascotas en las calles, ellas patrullaran las calles y me alertaran si hay problemas. Si los malditos llegasen a entrar al pueblo, Kayser se quedará y Keyser nos irá a buscar.

Fue así como los tres guerreros se dirigieron hacia el lugar de la explosión.


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