Amanecer hoy

Disfruta la luz del sol en tu piel sensible porque hoy mismo puedes dejar atrás tus recuerdos, deseos y anhelos en una fría sepultura hermoseada con una simple lapida anónima. Atina a caminar descalzo por los pastos del jardín de tu vecino antes del sombrío anochecer y del impensable amanecer, hazlo antes que nunca o nunca tendrás la dicha de los otros dementes del ayer.

10 de marzo de 2016

Génesis XLIV: "Calila en problemas"

Una nueva batalla comenzo en pleno Calila. Janna combatía contra dos soldados clase dos, Karina contra un soldado clase dos, Omar contra un soldado clase tres, al igual que Lucifer y Asper, mientras que Nan luchaba contra el capitán.

Los pobladores que vieron cómo se inició el conflicto huyeron de inmediato, dando aviso a todos los guardias que vieran y a los demás residentes.

Janna entro en combate alcanzando al primer guerrero con su baston. El golpe que le propino al demonio lo arrojo por los aires y daño sus costillas. Los movimientos de esta guerrera eran lentos como de costumbre, pero letales.

Por su parte, Lucifer esquivo los ataques de su contrincante y procedió a contraatacar con golpes de puño y pie. Su adversario era bastante duro, pues bloqueaba cada golpe que daba el demonio. Se notaba mucho la diferencia entre los soldados clase uno con los que se había enfrentado hace un tiempo atrás y los sargentos clase tres de esta zona.

Asper se dividió en tres para enfrentarse a su oponente. Su adversario sabía que iba a ser atacado por tres puntos distintos por lo que decidió crear una muralla de fuego capaz de impedirle el paso a uno de los guerreros de sombra. Tras esta maniobra dos de las réplicas de Asper atacaron por izquierda y derecha respectivamente. La réplica que habia tomado la derecha fue alcanzada por un golpe en el rostro tan fuerte que destruyó por completo aquella sombra, la segunda réplica también fue dañada por una maza de hierro. Al caer el muro de fuego generado por este demonio, dos réplicas de Asper aparecen de detrás de la pantalla de fuego. Una de ellas logra encertarle una lanza oscura en el pecho a aquel demonio y la otra logra clavarle un puñal a la altura del estómago.

El guerrero rebelde tomo de la cabeza a las réplicas de Asper y las presiono con tanta brutalidad que las hizo explotar. Posteriormente miro a su alrededor en busca de Asper. Al ubicarlo continúo luchando. Asper a penas podía esquivar los ataques del demonio. Si le llegaba un solo golpe, estaría en graves problemas.

Janna consiguió acabar con su segundo adversario. La guerrera golpeo por la espalda al demonio tras evadir un ataque, con lo cual destrozo la columna de su adversario.

Omar buscaba venganza. No sentía miedo al enfrentarse a un soldado clase tres ya que aquel soldado era el que había abofeteado a su hermana y en consecuencia utilizaría todas sus fuerzas para vencerlo. El soldado enemigo era muy hábil pues sabia mantener la calma al evadir a Omar, buscaba el momento exacto para dar un golpe, esquivaba y bloqueaba con paciencia los ataques de Omar. 

La estrategia del demonio era mantenerse a la defensiva hasta que encontraba un hueco en la defensa de su adversario y golpeaba con todas sus fuerzas.

Así se mantuvieron luchando durante un buen rato. Omar estaba cansándose de a poco, por lo que debía cambiar de estrategia.

Se detuvo a pensar y continúo manteniendo el patrón anterior. Sin embargo cuando el soldado rebelde golpeo el pecho de Omar, este recibió una descarga que paralizo su brazo.

Omar tenia la capacidad de controlar la electricidad a su antojo gracias a su entrenamiento. El concentro carga a medida que se desarrollaba la batalla, sabía que su oponente atacaría los lugares que desprotegiera mientras el atacaba, así que decidió dejar desprotegido su pecho a propósito para que su adversario lo atacase.

El rebelde cayó en la trampa de Omar y ahora era el momento de pagar las consecuencias. Omar concentro en su puño toda la carga que reunio durante el combate y la libero con un duro puñetazo en la mejilla del rebelde.

Lucifer continuaba midiendo las fuerzas de su rival. Fue entonces cuando decidió ir en serio. Su instinto asesino estaba tomando impulso. Los latidos del demonio retumbaban en su cabeza, cada vez con más intensidad. Lucifer mantuvo su postura y siguió luchando. Cerró su puño y concentro una gran cantidad de energía. Con una velocidad increíble, se posiciono frente a su oponente quien quedó paralizado.

El rebelde escucho un chasquido, miro la mano de Lucifer que estaba abierta a unos escasos centímetros de su rostro. Antes de matar a su adversario Lucifer le dijo en el oído Amén.

Gobi se llamaba el demonio. Se puso a recordar en que había hecho Lucifer y recordó todo pues lo vio casi en cámara lenta. El demonio se deslizo con suavidad por el terreno, silencioso y veloz como un asesino. Al llegar frente a mí se dio el tiempo de dar un chasquido con los dedos para distraerme. Luego puso abrió su mano y la puso frente a mi rostro.

Gobi sabía que iba a morir.

Una intensa llamarada salió expulsada desde la palma de Lucifer. El rostro de su adversario fue incinerado por completo.

El cuerpo de Gobi siguió en pie un par de segundos antes de caer.

Los refuerzos ya estaban por llegar. Janna, que fue la primera en acabar con sus enemigos, dio la orden de proteger a Nan mientras luchaba contra el capitán. Los guerreros tendrían que seguir luchando para evitar que los soldados rebeldes que se aproximaban interfirieran en la batalla de Nan.

"¿Dónde está Karina?" - pregunto Omar

Karina había desaparecido del campo de batalla.


Génesis XLIII: "Pesadilla pt3"

Los hermanos Omar y Karina eran provenientes de la ciudad de Drakmaria. Una ciudad inmensa y hermosa que destacaba por sus grandes edificaciones. Esta ciudad, considerada una de las más prosperas del inframundo, también guardaba oscuros secretos ya que era el centro de mando de una peligrosa mafia denominada "los asesinos". Su líder y sus secuaces se dedicaban a asesinar a demonios a cambio de grandes sumas de dinero. 

Los asesinatos eran frecuentes entre líderes y empresarios, pues todos buscaban posicionarse en la cima para conformar un monopolio o adquirir más poder.

Por ende, otro negocio que funcionaba en la clandestinidad, era el negocio de los guarda espaldas asesinos y mercenarios, cuyo objetivo era brindar seguridad a los empresarios.

Desde pequeños tanto Omar como Karina se sintieron atraídos por este mundo. Ellos querían iniciar una carrera en la milicia y escalar lo más rápido posible hasta alcanzar un grado importante en las filas del ejército. Al retirarse trabajarían como experimentados mercenarios para ganar tanto dinero como fuese posible y de ese modo poder ayudar a toda su familia.

Tras inncribirse voluntariamente al servicio militar, ambos muchachos fueron llamados a rendirlo a una ciudad muy distante. Dicha ciudad llamada Berterita se encuentra ubicada actualmente en lo que son territorios rebeldes. 

Al pasar su primer año en el cuartel militar surgió una gran rebelión en el reino, por lo cual el ejército sufrió un quiebre que hasta el día de hoy permanece. 

La encargada del cuartel militar era una guerrera llamada Zafra, quien seguía las órdenes de los rebeldes que idearon la rebelión. Ella reunió a todos los soldados que tenía a su disposición a las afueras de la recepción del cuartel, los hizo sentarse en el suelo, se puso de pie en la puerta principal del cuartel y dijo:

"Quienes quieran servirle al reino pueden salir por esta puerta, pero les prometo que serán asesinados. Quienes quieran ser parte de esta rebelión, pueden permanecer en el cuartel hasta recibir nuevas instrucciones"

Tras esto un soldado un grupo de soldados se pusieron de pie y comenzaron a caminar hasta la puerta. Omar y Karina se miraban como preguntándose "¿Qué hacemos?"

El primer soldado que se puso de pie ya estaba acercándose a la puerta que le daría la libertad, por lo que los hermanos se hicieron un gesto y comenzaron a ponerse de pie. Luego de eso todo sucedió muy rápido, la cabeza del soldado que había alcanzado la puerta principal rodo por el piso. 

Todos los soldados quedaron sorprendidos. Sin embargo algunos de ellos querían escapar y servirle al reino a toda costa, así que atacaron a Zafra todos al mismo tiempo. Pero al estar a medio metro de ella, todos perdieron sus cabezas. 

Los hermanos presenciaron los hechos estando de rodillas, el miedo los invadió por completo, sabían que si se acercaban a esa puerta serian asesinados, sabían que si se ponían de pie serían considerados traidores, no querían perder sus vidas de esa forma. Bajaron lentamente hasta quedar nuevamente sentados en el piso. Lo mismo hicieron algunos de los soldados que aun seguían de pie pero que prefirieron esperar en sus puestos.

Luego de este incidente tanto Omar como Karina decidieron entrenar bajo el mando de los rebeldes manteniendo su objetivo de ascender. Esta vez buscaban ascender para ser transferidos al pueblo más cercano a la frontera y de esa manera escapar. Tras años de trabajo arduo consiguieron ascender a soldados grado dos, ganándose la confianza de su superior, Zafra. 

Fue así como consiguieron trasladarse al pueblo de Calila en donde pasaron un año más entrenando y planeando su huida. Pronto serian ascendidos a soldados clase tres, pero eso no les importaba en lo absoluto.

Aunque tenían claros sus objetivos, los dos guerreros habían creado un vínculo sagrado con los pobladores de Calila que no olvidarían jamás. Además de compartir años con algunos de los soldados rebeldes. Es por eso que su pesadilla estaba por comenzar. 

Al momento de traicionar a los soldados rebeldes, tendrían que enfrentarse tarde o temprano a sus compañeros.

¿Serán capaces de combatir a los rebeldes? ¿Podrán vencer sus miedos y superar este conflicto interno que los tortura por dentro?


Génesis XLII: "Pesadilla pt2"

Una vez que ya estuvieron dentro del poblado de Calila, los aliados rebeldes recorrieron libremente por sus calles en busca del capitán rebelde de la zona. El grupo de Lucifer se mantenía siempre cerca de los hermanos traidores.

Mientras avanzaban, los pobladores que pasaban junto a ellos saludaban a Omar y a Karina con mucho respeto ya que al parecer eran guerreros muy conocidos. La popularidad de estos soldados era notoria. Los dos eran muy queridos en ese pueblo.

Todo iba muy bien hasta que un grupo de soldados clase dos (cabos) y tres (sargentos) se acercaron los hermanos. Eran sus compañeros y superiores que los estaban buscando. Se notaban alterados.

- ¡Ustedes dos! ¿Dónde andaban? Los hemos estado buscando por todas partes. El capitán está furioso, han dejado sus puestos de vigilancia y se han mandado a cambiar por horas.

- Lo sentimos mucho. Es que notamos algo sospechoso en el bosque y salimos en su persecución. Resulto ser una criatura del bosque que rondaba por esos lugares.

- Idiota. Esas no son escusas para abandonar tus obligaciones, el capitán viene en camino para darles una lección. Debiste avisar a unos de tus súbditos antes de salir.

"Lo sentimos mucho" - dijo Karina

El soldado clase tres dio una fuerte bofetada a la muchacha que la arrojo al piso.

"¡Tu cállate!"

Omar sentía una presión en sus músculos que no le permitía moverse. Quería abalanzarse sobre el desgraciado que abofeteo a su hermana para darle una paliza, pero a la vez sentía mucho miedo. Entre los soldados presentes se encontraban compañeros suyos y no tenía intenciones de lastimarlos.

- Omar quiero que te calmes un poco. Solo necesitamos hacer un poco de tiempo hasta que se presente el capitán, luego de eso puedes hacer lo que quieras con ese desgraciado. Ten un poco de paciencia.

Era Asper quien le estaba hablando a su oído por medio de su sombra que aún seguía con él, además intentaba retener al rebelde hasta que se calmara.

- Está bien - dijo Omar en voz alta.

"¿Que dijiste?" - pregunto el sargento.

- Que está bien. Aceptamos nuestro error.

- Eso debes decírselo al capitán.

Los otros soldados observaban sin decir nada. El soldado clase tres que golpeo a Karina había sido promovido hace poco a dicho nivel gracias a las recomendaciones directas de dos capitanes. Uno de ellos era el capitán que se encontraba en estos momentos en el pueblo, por lo que los otros capitanes nivel tres no intentaron hacer nada tras abofetear a Karina.

Karina tenía la mejilla roja. Al ponerse de pie miro fijamente al soldado que la golpeo.

"Ahí viene el capitán" - dijo uno de los soldados

En total eran nueve los soldados rebeldes, incluyendo al capitán quien caminaba hacia el grupo.

Tras esperar un rato el capitán llego al punto de encuentro. El sujeto era un guerrero que andaba a torso desnudo. Su físico era sorprendente, pues sus grandes brazos demostraban que había pasado por un arduo entrenamiento antes de convertirse en capitán. Tenía un cabello blanco muy opaco y corto. Su mirada era fría y firme. 

No sería un reto fácil para los guerreros. Ya que desde el instante en que el capitán llego al punto de encuentro noto la presencia de los soldados reales.

"Ustedes los que están encapuchados. Muéstrenme sus rostros" - dijo el capitán

No hubo respuesta por parte de los encapuchados. Por lo que dos guerreros rebeldes de los que estaban en el grupo se acercaron a los encapuchados.

- Hey ustedes. ¿Acaso no han oído lo que les ha ordenado el capitán? - dijo uno de los soldados clase dos.

- Serán castigados por su insolencia - dijo el otro soldado

Al intentar quitarle la capucha a los guerreros. El brazo que se acercaba al rostro de Nan salió por los aires en cosa de segundos.

Lucifer estaba sorprendido por la velocidad de la maniobra. Sus ojos no fueron capaces de ver el momento en que corto el brazo del soldado rebelde.

Tras esta acción Asper se separó del cuerpo de Omar para atacar al capitán quien retrocedió velozmente, Omar aprovecho que los soldados estaban distraídos para dar un fuerte puñetazo al guerrero que abofeteo a su hermana. 

Mientras el capitán retrocedía pensaba en que todo estaba planeado y que cayeron en la trampa del enemigo. Hemos sido emboscados.

Asper también estaba sorprendido por los reflejos del capitan quien evadió su ataque sorpresa. Este guerrero estuvo alerta en todo instante, debe ser un demonio muy precavido.

Mientras esto sucedía, Karina golpeo con su bastón al segundo soldado que se encontraba cerca de ellos, dejándolo fuera de combate.

Una nueva batalla se inciara. ¿Podrán salir con vida de esta batalla los guerreros reales? ¿Tendrán el suficiente valor Omar y Karina para asesinar a sus antiguos compañeros?
    

Génesis XLI: "Pesadilla"

Omar y Karina le explicaban a los guerreros reales el sistema de defensa de la aldea, dicha información es de vital importancia para saber a qué tipo de tropas se enfrentarían los demonios.

La aldea esta sitiada en su totalidad por las tropas rebeldes, es por eso que era indispensable planificar una táctica de distracción astuta, que no despertara ningún tipo de sospechas y que les permitiera poder ingresar con el máximo de sigilo.

Los puestos de vigilancia estaban siempre activos y al más mínimo movimiento en el bosque, los guardias mandaban a un soldado a comprobar en terreno que no hubiesen problemas, pero eso no era todo, pues, como habían mencionado anteriormente, siempre hay un capitán al mando de la aldea que va rotando cada cierto tiempo y era este el mayor de los peligros. Además la aldea solo es la fachada de un campamento rebelde que quedaba cruzando el siguiente tramo de bosque.

Fue así como se formó una alianza entre los guerreros reales y los ex guerreros rebeldes que habían desertado. Todos iniciaron un viaje por en medio del bosque en dirección a Calila. La inmensa cantidad de árboles, arbustos y malezas, hacían que el terreno fuese ideal para pasar desapercibidos. Lo complicado sería tener que lidiar con innumerables obstáculos, la humedad, los insectos molestosos y la constante inseguridad que daba viajar en esas condiciones sin ser descubiertos.

- Es hora de demostrar de que estamos hechos. Avancemos muchachos - dijo Nan

- Karina. ¿No sientes miedo? - pregunto Omar

- Un poco. Es doloroso regresar a la aldea - contesto Karina

- Tendremos que lidiar con eso - dijo Omar

- Creo que aún no dimensionas lo problemático que será ver a nuestro compañeros del campamento - dijo Karina

- Espero estar preparado para ese momento - dijo Omar

- Lucifer permíteme ser tu compañera de batalla. Anda di que sí por favor - dijo Janna

- Lo siento pero esta vez voy con Asper - comento Lucifer

 - Asper ira junto a Nan. Ellos son los que tienen más experiencia en el campo de batalla - dijo Janna

- Tiene razón Lucifer. Nosotros iremos adelante - dijo Asper

- Silencio. Creo que nos estamos acercando. Estén alertas - dijo Nan

En el puesto de vigilancia de uno de los accesos secundarios del pueblo, habían tres guardias rebeldes encargados de controlar a todos los individuos que ingresaban o salían de Calila. Ubicados en una torre de piedra muy alta, observaban los caminos y senderos que se perdían en la inmensidad del bosque que los rodeaba. Uno de ellos se percató de movimientos extraños en el bosque, por lo que no dudo en mandar a uno de sus colegas a investigar.

- Mira cabo Hans, fíjate. Ahí en el bosque, un grupo de pájaros se dispersó repentinamente - dijo uno de los demonios.

- Debes estar imaginando cosas nuevamente. De seguro es un animal salvaje que anda husmeando por ahí. No recuerdas la ves que mandaste a Gunter a dar un paseo y se encontró con un jabalí. Que susto le diste al pobre muchacho - respondió Hans

- Cómo olvidarlo - respondió el demonio a carcajadas

- No se burlen de mí - dijo Gunter

- Soldado. Vaya a investigar, es una orden - comento Hans

El soldado se quejó y bajo de la torre de vigilancia. Desde las alturas los otros soldados lo estuvieron observando en todo instante, hasta que desapareció de la vista de ambos e ingreso al bosque. Gunter tenía miedo. Se decía a sí mismo.

- Nada va a pasar. Nada va a pasar. Nada va a pasar.

 De pronto se escuchó un ruido. Un arbusto se agito.

- Quién anda ahí.

No hubo respuesta alguna.

Gunter tenía su espada desenfundada y estaba preparado para luchar. Los arbustos se agitaron nuevamente y desde su interior salieron Omar y Karina.

- Baja tu espada soldado - dijo Omar.

- Ustedes son guerreros de nivel medio. ¡A sus órdenes señor y señora! - respondió el soldado.

- Lamentamos el inconveniente. Es que vimos movimientos extraños en el bosque - comento Karina.

- Nos llevamos una sorpresa al darnos cuenta que seguíamos a un animal silvestre - dijo Omar.

- Sí. Jamás había visto un puma por estos lugares - agrego Karina.

El soldado se creyó toda la historia de los demonios y los condujo hasta el puesto de vigilancia en donde fueron recibidos por el cabo Hans y el sargento Polo.

- Bienvenidos al puesto de vigilancia número cuatro compañeros - dijo Hans.

"Muchas gracias Hans" - respondió Omar.

Omar se notaba nervioso pues sabía que debía traicionar a sus compañeros. Pensaba en el momento en que tendría que enfrentar a quienes habían sido sus compañeros durante tantos meses.

"¿Qué hacían en estos lugares?" - pregunto Polo.

"Lo que paso es que notamos que algo extraño se movía por el bosque, así que decidimos investigar por nuestra propia cuenta. Al final resulto ser que seguíamos a un puma" - respondió Karina.

- Eso es sorprendente - agrego el sargento clase tres, Polo.

Karina estaba junto a la ventanilla mirando hacia el bosque, esperando la oportunidad para dar una señal a los muchachos. 

- No nos dimos cuenta del tiempo que nos tomó seguir a ese maldito puma, dimos tantas vueltas que nos desorientamos - dijo Omar.

Asper estaba oculto en la sombra de Omar. Esperaba a que los tres rebeldes se distrajeran para poder asesinarlos.

Justo cuando Asper estaba preparado para atacar, Omar interrumpe y dice.

- Bueno. Ha sido un gusto poder verlos chicos, nosotros tenemos que marcharnos.

Fue entonces cuando un recuerdo horrible vino a la mente de Karina. En el recuerdo estaba ella y su hermano junto a un grupo de soldados novatos. Todos parecían estar muy alterados mirando hacia la puerta de su campamento. El cielo estaba pintado de gris y a unos cuantos metros de ellos una oscuridad les impedía el paso. Estaban atrapados en el campamento rebelde y nadie tenía las agallas para escapar de ese lugar.

Karina volvió a la realidad.

- Sí. Tenemos asuntos importantes que atender - dijo Karina

Una vez que Omar y Karina se despidieron de sus compañeros, se dirigieron al pueblo, en donde se encontraron con Lucifer, Janna y Nan quienes habían ingresado cuando los guardias estaban distraídos. Los tres llevaban capas negras para no ser descubiertos por los otros soldados que rondaban por los alrededores.

Ya estaban adentro del pueblo. Ahora la misión consistiría en encontrar al capitán rebelde para sacarle información.

Recuerdo de Karina

Génesis XL: "Aliados inesperados"

Aquel día Nan y sus discípulos se internaron en el bosque Friturto que está ubicado en territorio rebelde, con la esperanza de llegar a Lenalia. Todos seguían los pasos de las bestias de Nan quienes lideraban la expedición. Ellos eran los únicos con la capacidad de detectar a un enemigo a distancia, lo que los hacia ser los más aptos para este tipo de incursiones.

Caminaban por el bosque alejados del sendero principal, para no ser descubiertos por soldados rebeldes que pudiesen advertir su presencia. De vez en cuando tropas, aldeanos y todo tipo de comerciantes pasaban por el sendero. Kaiser y Keiser daban una señal de alerta cada vez que alguien pasaba por las cercanías del lugar, el escuadrón tomaba todas las precauciones posibles para pasar desapercibidos.

A las cercanías de Lenalia los perros de Nan comenzaron a inquietarse pues la situación no era normal, dos desconocidos se acercaban hacia los guerreros. Todos permanecían en estado de alerta  esperando a que los desconocidos llegasen al punto de encuentro, mientras pensaban que la misión corría peligro.

Era muy extraño que dos sujetos rondasen por en medio del bosque considerando que hay una gran red de senderos que conducen a los viajeros hacia sus destinos.

Entre los árboles se podía ver a dos guerreros rebeldes que caminaban apresurados. Nan se interpuso en el camino de los rebeldes que iban algo distraídos y les dijo.

- Se entregan pacíficamente o a la fuerza.

La reacción de estos fue insólita. Se quitaron los cascos, arrojaron sus armas y se arrodillaron ante el maestro.

"Pueden salir muchachos" - dijo Nan

Lucifer, Janna, Sombra y las bestias salieron de su escondite y se integraron al grupo.

"¿Por qué no los mata?" - preguntó Lucifer

- Obsérvalos, están desarmados. Ellos no buscan pelea. Cuéntenme ¿qué hacen por estos lugares? Quiero que me den un motivo para no matarlos.

- Yo me llamo Karina.

- Y yo soy Omar.

- Somos guerreros de la realeza, no nos consideramos guerreros rebeldes. Intentamos escapar de este pueblo y del campamento, vamos camino a la frontera para huir de estas tierras y servirle a reino.

- Es verdad. Deben creernos.

- Somos hermanos y nuestra familia está en el reino, estábamos esperando la oportunidad para huir de este lugar.

Omar era un tipo de piel blanca, tenía un cabello largo, rubio y liso, al igual que su hermana. Llevaban la típica vestimenta de los soldados rebeldes, junto con la insignia que los distinguía del resto de los soldados.

Ambos eran reclutas de nivel medio al mando de la capitana Danna.

Los guerreros se alejaron y organizaron una pequeña reunión.

- Maestro ¿podemos confiar en ellos? - pregunto Asper

- Al revisar sus pertenencias se aprecia que van cargados con la comida y los utensilios necesaria para un viaje largo, no creo que estén mintiendo, sin embargo no podemos confiar en ellos. Tendrán que venir con nosotros ya que si los dejamos libres y es mentira lo que están diciendo, podrían delatar nuestra posición. Además pueden entregar información de utilidad para esta misión.

Ya estaba decidido.

- ¿Ustedes quieren servirle al rey no es cierto?

- Sí y entregaríamos nuestra vida para proteger al reino.

- Nosotros somos guerreros reales. Si nos ayudan en esta misión tendrán un cupo seguro en el equipo y podrán luchar junto a nosotros contra los rebeldes.

- Nos complacería mucho ayudarlos en su misión.

Pues que estamos esperando. Les presento al equipo, ellos son Kaiser y Keizer, a mi derecha están Lucifer y Asper, a mi izquierda esta Janna. Nos dirigimos a Lenalia, quizás podrían darnos una idea de lo que sucede en estos lugares.

- Nosotros venimos del campamento que está pasando la aldea. Ahí es donde se encuentran los comandantes y capitanes asignados a esta zona. La aldea Calila está bajo el control del campamento, pero sus habitantes son neutrales, no hay quienes apoyen a los rebeldes no tampoco quienes apoyen al reino. Ellos solo desean vivir en paz y no involucrarse en esta guerra.

- Si vamos en ahora mismo a la aldea nos encontraremos con soldados rebeldes repartidos por todos sus rincones y con uno de los capitanes. Siempre hay un capitán de turno en la aldea.

- Si lo que desean es deshacerse de los rebeldes hay que liberar la aldea y luego atacar el campamento. Posteriormente podrán continuar hasta Lenalia, el campamento rebelde.

"No hay otra forma"

Génesis XXXVIII: "Julo el asesino de la guadaña"

Mientras tanto Lucifer y Janna continuaban en medio de los rebeldes. Janna era muy lenta con su bastón, sus movimientos eran muy predecibles e inexactos, pero los golpes que lograba acertar eran letales. Además Lucifer no conseguía acercarse a su adversario ya que su hacha destruía todo a su paso.

Ambos se acercaron para defenderse la espalda mutuamente. Lucharon hasta que solo quedaron en pie Alan y Karli.

Karli era una mujer de pelo largo y oscuro. Su rostro pálido hacia resaltar sus labios rojos y sus colmillos sedientos de sangre.

El soldado real se lanzo hacia Alan pues tenía un plan. Había conseguido atraer al demonio hasta una mesa que aún seguía intacta. La levanto con sus brazos y la arrojo hacia Alan quien la partió en dos con su hacha. Al ver hacia adelante el demonio se llevo una sorpresa. Lucifer ya no se encontraba frente a él.

Janna dio un silbido, levantó su bastón al mismo tiempo que Alan levantaba su hacha. Ambas armas chocaron en el aire. El hacha de Alan había quedado completamente destruida. Dio un paso hacia atrás y luego un grito de dolor pues Lucifer enterró sus dagas de fuego por la espalda al gran Alan. Solo quedaba Karli.

Esta muchacha arrojo hacia los guerreros bolas de fuego que no lograban acertar. Estaba desesperada lanzando fuego por doquier. Al ver que los guerreros estaban muy cerca de ella, se inclinó, toco el piso y levanto una jaula de hielo que congelo el lugar y apago el fuego. Se había encerrado en una jaula con tal de ganar un poco de tiempo.

Lucifer golpeo la muralla con sus dagas. Estaba cayéndose a pedazos y en breve Karli estaría acabada.

La muchacha dijo entre lágrimas:

- ¡Ya basta! Me entregare, pero no me hagan daño.

La muralla termino por derrumbarse. Karli estaba de rodillas implorando piedad.

- Es muy tarde para arrepentirse de tus pecados.

Las dagas de Lucifer estuvieron a un par de centímetros del cuello de la desgraciada. El bastón de Janna había detenido esta acción.

- No es necesario matarla Lucifer. Ella ya se rindió.     

- Gracias a este tipo de personas es que los niños quedan huérfanos. ¿No lo recuerdas?

- Lo sé. Pero no quiero ver más muerte.

Janna le dio un golpe en la cabeza y la dejo tumbada en el piso.

- La llevaremos al cuartel, junto con los que quedaron con vida. Ahí Nan verá que hacer.

- ¿No deberíamos ayudar a Nan?

- No. Nan fue muy claro al dar las instrucciones. Además el no necesita ayuda.

En paralelo Nan se enfrentaba a Julo. Ambos eran muy fuertes.

Julo dio inicio a la batalla atacando a Nan con su guadaña. La habitación era muy pequeña para luchar por lo que Nan mantenía la distancia para evitar ser herido.

El guerrero no podía luchar en esas condiciones ya que el filo de la guadaña de Julo era increíble y ante cualquier descuido podría ser rebanado. Ni la armadura gruesa que llevaba podría protegerlo. Ambos daban golpes con sus respectivas armas. Por un lado Nan atacaba con su espada tratando de ganar espacio en el campo de batalla, en tanto su adversario se preocupaba de atacarlo directamente.

Fue en base a los tiempos muertos en la batalla que Nan consiguió crear un bola de energía oscura en una de sus manos, la cual arrojo hacia el fondo de la habitación, creando un agujero lo suficientemente grande que le permitiría salir al exterior.

Julo tampoco perdía el tiempo pues la hoja de su guadaña ahora estaba cubierta por un fuego muy intenso, además ya se preparaba para su próximo ataque.

Nan logro bloquear con su espada el golpe de la guadaña y se abrió paso hasta el agujero de la pared. Ya se encontraba en el exterior, sin embargo la espada del maestro quedo con una fisura. Dicha arma aún servia, pero no aguantaría mucho si Julo seguía atacando de una manera tan salvaje.

En el exterior habían pocos árboles, el suelo estaba cubierto de pasto y se podía ver el camino de tierra por el que habían llegado.

Ahora la batalla se trasladaba hasta el exterior de la taberna clandestina.

Ambos se miraron fijamente. Sus armas volvieron a sonar tras cada choque. Nan lanzo una lluvia de bolas de fuego sobre el espía pero no eran útiles.

En eso Julo se quito el sombrero, lo arrojo hacia Nan y mientras se aproximaba comenzó a incinerarse, creando una bola de humo que nublo la vista del guerrero. El espía aprovecho dicha distracción para atacar a Nan, el que forzó su espada hasta quebrarla.

Tras esta acción la guadaña logro darle en el cuerpo a Nan pero con poca fuerza ya que el impacto fue amortiguado por la espada que ya no servia, además su armadura logro frenar la guadaña dejando un gran rayón en su pecho.

Los dos retrocedieron al mismo tiempo. Julo avivo aún más las llamas de su gran guadaña y Nan generó una bola de energía oscura en su mano.

Fue así como se acercaron lo suficiente para dar el último golpe. El maestro Nan corrió hacia su adversario y arrojo el mango de la espada rota, que impacto en el rostro de Julo, este al recibir el golpe dio un giro con su guadaña. En tanto Nan se inclino para esquivar el ataque y descargo la bola de energía sobre los pies del rebelde, generando una pequeña explosión en el piso.

Las extremidades del demonio habían quedado totalmente destruidas luego de recibir directamente la bola de energía por lo que la batalla había llegado a su fin.

Julo había perdido sus dos piernas y gritaba con desesperación pues el dolor era enorme.

Nan puso su pie sobre la mano del demonio que permanecía en el piso agonizando, saco de entre su armadura el cuadernillo con el nombre de Julo y lo tacho con la sangre que estaba esparcida por todo el pasto.

- Ya no causaras más problemas para el reino.

- No creas que soy el único traidor. ¡Maldito infeliz!

El maestro Nan recogió la guadaña del piso y corto la cabeza del espía para dar fin a su miserable vida.

Génesis XXXIX: "Bilche y Daimon"

Habiendo concluido la batalla en la taberna, los soldados se reagruparon para ir tras el traidor que consiguió huir herido. El rastro de sangre los conducía al corazón del pueblo en donde se desarrollaba una batalla entre Bilche y Daimon.

Los tres guerreros no entendían muy bien que estaba sucediendo. Nan observo a ambos demonios y se percató que Bilche tenía el mismo cuchillo que había arrojado al espía, incrustado en su brazo.

Se notaba que Bilche estaba agotado, sus movimientos eran lentos y predecibles. Al contrario, su adversario se veía muy animado combatiendo contra su mejor amigo. Los dos arrojaron bolas de fuego que impactaron las unas con las otras, creando una ola de calor que estremeció el lugar. Cada guerrero rechazaba las bolas de fuego con más bolas de fuego que se movían como proyectiles a gran velocidad. Luego de detener el ataque, Bilche retiro el cuchillo que tenía incrustado en su brazo, los demonios se acercaron y blandieron sus espadas. Los dos se veían muy decididos, a acabar con la vida del otro.

Los guerreros reales estaban bajo las órdenes de Nan, quien les había dicho que no intervinieran en la batalla.

Bilche se notaba cada vez más agotado. De a poco comenzó a perder sus fuerzas, hasta  llegar el punto en que termino por soltar su espada. Fue en ese instante en que Keyla hace su aparición en el campo de batalla.

La pequeña quería defender la vida de su tío, que se encontraba arrodillado y exhausto. Entonces en un acto heroico, la pequeña abrió sus brazos dando a entender que no dejaría pasar a Daimon.

La pequeña lloraba, aunque mantenía una mirada muy firme y decidida sobre Daimon.

Nan llamo a sus bestias y se acercó hacia la pequeña.

- Tranquila muchacha, tu tío estará bien.

- No permitiré que se lo lleven.

- Lo entiendo perfectamente, tu tío es un gran guerrero. Lucifer, Janna. Arresten a Daimon.

Los dos guerreros seguían sin entender lo que sucedía.  ¿Quién era el traidor? ¿Daimon o Bilche?

- Daimon no puedes engañar a mis bestias. Tu aroma sigue intacto en el mango de este cuchillo. Y aunque intentes ocultar la herida de tu brazo mis bestias aún siguen reconociendo el olor de tu sangre.

- Y yo que pensaba que mi plan era perfecto - dijo Daimon.

Lucifer y Janna iniciaron un ataque contra el traidor, pero este consiguió esquivarlo con facilidad. Daimon tenía muy clara cuál era su posición. Estaba completamente en desventaja, cansado y sin energías. Por lo que se dirigió hasta Keyla, la agarro fuertemente del cuello y la tomo de rehén.  

Keyla comenzó a llorar. El cruel Daimon puso su espada en el cuello de la muchacha.

¡Si dan un paso la mato! - dijo Daimon.

El demonio pensaba meticulosamente su próximo movimiento. Debía escapar lo antes posible del pueblo.

- Quiero que todos bajen sus armas en este preciso momento.

- No hará falta que bajen sus armas - Dijo Nan

- Te doy cinco segundos para que te entregues.

- ¿Quién te crees maldito?

- Cinco.

- ¿Acaso quieres...

- Cuatro.

- ...que la muchacha muera?

- Tres.

Daimon no sabía que hacer. Estaba poniéndose nervioso.

- Dos.

Bilche se puso de pie, fue hasta donde estaba Nan y le pidió que se detuviera.

- Uno.

Nan respondió "Tu tranquilo queya se han acabado los cinco segundos. Cero"

El guerrero camino hasta Daimon en silencio.

- ¡Detente en este instante maldito o juro que la matare!

- Asper ya puedes salir.

Daimon estaba completamente paralizado. No podía mover ni un músculo, pues Asper estuvo junto a él todo este tiempo. La sombra tenia aprisionado al traidor.

Keyla se soltó de los brazos de Daimon y fue corriendo hacia su tío. Lo peor ya había pasado.

La misión había concluido con éxito. Los guerreros consiguieron capturar al espía intermediario de los rebeldes, además eliminaron a un grupo de guerreros prófugos. Bilche se encontraba a salvo junto a su sobrina Keyla y el pueblo podría descansar con tranquilidad desde ahora en adelante.

A la mañana siguiente Keyla fue junto a su tío al cuartel del pueblo. Los guerreros pasarían una noche más en dicho lugar esperando a que las heridas de Bilche, el representante y protector del pueblo, sanaran.

Nan había pasado toda la noche interrogando a Daimon y estaba agotado por los que se fue a dormir y les dio el día libre a los muchachos.

Janna pudo disfrutar junto a Keyla. El último de sus días en Serberia caminaron por el pueblo, visitaron los alrededores y conversaron durante horas.